En el tramo comprendido entre el límite del término municipal con Premiá de Mar, discurre un sendero marítimo de una longitud aproximada de 1.510 metros, que, por su proximidad al mar, se ha convertido en uno de los espacios preferidos de esparcimiento para los habitantes de la zona.

Este espacio carecía de iluminación, dificultando su utilización en horas de poca luz o nocturnas. Para paliar esta situación, el Ayuntamiento de Masnou se propuso dotar de una iluminación mínima la senda, que pueda garantizar unos niveles de visibilidad y seguridad para la gente que hace uso de ese recorrido.

Para dotar de la iluminación adecuada a este singular espacio, se han implantado 100 balizas Volta de alimentación fotovoltaica, con baterías incluidas en la propia baliza, de tal forma que no se tenga que realizar ninguna obra previa de infraestructuras, limitándose únicamente al “clavado” de estos elementos. Esta condición de clavado permite a la vez la movilidad de las balizas si en un futuro se considera necesario desplazarlas respecto al lugar en el lugar que se han situado inicialmente.

El uso de energía limpia, garantizando una iluminación más que suficiente y respetuosa con el ámbito nocturno marino, ha sido uno de los puntos clave para la realización de este proyecto. Además, la utilización de materiales de muy bajo mantenimiento facilitan la reutilización al final de su ciclo de vida (se calculan unos 20 años).